"Los
discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: “¿Por qué les hablas en
parábolas?” Jesús les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los
misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no. Porque al que tiene se le
dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que
tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero
no escuchan ni entienden. En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por
más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán. Este es un
pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están
cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su
corazón.. Pero con eso habría conversión y yo los sanaría. ¡Dichosos los ojos de
ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen! Yo se lo digo:
muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están
viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo
oyeron." Mateo 11:13.
La
verdad que la iglesia oculta: Como Jesús se trasformó en Cristo, es develada a
través del Evangelio de Tomas, quien además de su Discípulo, fue su hermano
Dídimo, ósea: El Hermano Gemelo de Jesús.
Cuales
es la Enseñanza que para Quien la Siga, Alcanza lo mismo o más que Alcanzo
Cristo. Este es el Mensaje de Este Evangelio, escrito de primera mano.
Medio siglo antes del descubrimiento
de Nag Hammadi, en Oxyrhynchus, una antigua ciudad egipcia, se descubrieron
unos fragmentos de papiro escritos en griego, que correspondían a un evangelio
apócrifo atribuido al Apóstol Tomás. La paleografía fechó la redacción de los
mismos hacia el año 200 al 250 d.C. y desde entonces, se creyó que una vez
existió un quinto libro análogo a los canónicos, en donde se registraban las
enseñanzas de Jesús.
Una de estas páginas se encuentra el
Museo Británico, el Londres. Sin embargo, no se le dio mayor importancia al
tema, hasta el descubrimiento de la versión copta (que ofreció el texto
completo). A los fragmentos griegos se los conoce como "Papiros de Oxyrhynchus" y
al texto copto, "Codex II
de Nag Hammadi" respectivamente.
Todos los expertos independientes, e
incluso algunos teólogos, están de acuerdo en que el "Evangelio según Tomás" es
tan auténtico como los sinópticos y el del Apóstol Juan. Este texto se viene
estudiando desde hace décadas y, últimamente, ha dado lugar a sorprendentes
conclusiones (que trataremos más adelante).
Como el lector podrá comprobar, el de
"Tomás", es un evangelio totalmente diferente de los incluidos en el Nuevo Testamento. En él no existen partes narrativas
o anécdotas sobre la vida y obra de Jesús, sólo consta de 117 proverbios y
cortos diálogos en donde se recogen las enseñanzas más significativas
atribuidas al Maestro. No se dice nada del nacimiento, de la muerte o de su
supuesta resurrección.
El autor, quizá aludiendo a la
calidad "privada" de los diálogos o máximas, se refiere a las mismas
como: "Los dichos secretos
que Jesús viviente habló".
Ya Clemente de Alejandría cita al Ev. Tomás, sin nombrar la fuente. El texto en
cuestión es el proverbio N° 2, que dice: "Jesús ha dicho: Que quien
busca no deje de buscar hasta que encuentre, y cuando encuentre se turbará, y
cuando haya sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará
el reposo". Esto demuestra que el libro, en su forma primitiva,
existía ya en el 190 d.C. fecha de composición de "Stromata"
("Remedios"), el libro que contiene dicha cita.
Sin embargo, existen evidencias que
el de Tomás, pudo haber sido el evangelio más antiguo (con seguridad su versión
original es anterior al 100 d.C.), o al menos, el que recoge con mayor
fidelidad y sin agregados mítico-legendarios a las palabras dichas por el Jesús
histórico, de los que hoy se conservan.
@CRZeballos
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